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Sector
residencial

Sector residencial

La biomasa es una solución energética eficiente y sostenible para viviendas unifamiliares, comunidades de propietarios y redes de calor de ámbito residencial. En Galicia, su implantación ha crecido de forma notable en los últimos años gracias a su estabilidad de precios, su elevado rendimiento y la mejora continua de los equipos disponibles en el mercado.

En esta sección se presentan ejemplos actualizados de instalaciones reales, nuevas tipologías de sistemas domésticos y recursos que permiten al usuario evaluar el ahorro económico y energético que aporta la biomasa frente a otras alternativas.

Estufas y chimeneas

Estufas

Las estufas de biomasa son equipos de calefacción diseñados para proporcionar calor de forma eficiente. Ofrecen un alto rendimiento energético y un confort térmico estable, lo que las convierte en una de las soluciones más extendidas en el sector residencial.

Estufas

Estufa de leña

Estufas de pellets

Las estufas de pellets son equipos de calefacción automáticos que destacan por su alto rendimiento, comodidad de uso y funcionamiento limpio. Los modelos actuales alcanzan eficiencias del 90–95%, aprovechando prácticamente toda la energía contenida en el pellet.

Su potencia térmica habitual se sitúa entre 6 y 20 kW, permitiendo calentar superficies aproximadas de entre 50 y 180 m2, en función del aislamiento y la distribución de la vivienda. Existe una amplia variedad de diseños, prestaciones y acabados, con precios entre 600 € y 4.000 €, a los que hay que añadir el coste de la instalación y los elementos auxiliares necesarios.

Antes de la instalación hay que tener en cuenta que se debe disponer de una salida de humos o conducto adecuado para evacuar los gases de combustión y que la mayoría de estufas requieren una toma eléctrica cercana para el encendido, los ventiladores y la electrónica de control. Tambien hay que contar con un espacio seco y accesible para su almacenamiento y que debe ubicarse en un lugar seguro, con buena ventilación y respetando las distancias de seguridad indicadas por el fabricante.

Estas estufas permiten programar horarios, regular la potencia y mantener un control estable de la temperatura, lo que las convierte en una solución eficiente, moderna y muy cómoda para viviendas unifamiliares o pisos.

Estufas de leña

Las estufas de leña utilizan troncos o briquetas como combustible y representan una opción económica, robusta y tradicional para la climatización de estancias. Su tecnología es más sencilla que la de las estufas de pellets, pero proporcionan un calor agradable mediante radiación y, en algunos modelos, también mediante aire caliente forzado.

La potencia térmica habitual se sitúa entre 5 y 12 kW, suficiente para calentar espacios de entre 30 y 80 m2, dependiendo del aislamiento y la distribución de la vivienda. Sus rendimientos energéticos suelen estar en torno al 70–80%, especialmente cuando se emplea leña seca, con un contenido de humedad inferior al 20%. Los precios orientativos oscilan entre 300 € y 2.500 €, sin incluir los costes de instalación y accesorios.

Hay que tener en cuenta que necesitan una salida de humos adecuada y que es necesario espacio para almacenar troncos o briquetas secas, protegidas de la humedad. Se recomienda utilizar únicamente leña seca para maximizar la eficiencia y en mayoria no requieren conexión eléctrica, lo que resulta especialmente útil en zonas rurales.

Chimeneas

Las chimeneas son uno de los sistemas más tradicionales de calefacción con biomasa. Su hogar puede ser abierto o cerrado.

Chemineas

Insertable de leña

Chimeneas abiertas y insertables

Las chimeneas abiertas ofrecen la estética del fuego vivo, pero presentan un rendimiento muy bajo, ya que solo aprovechan alrededor del 20 % del calor generado, perdiéndose el resto por el conducto de humos. Por este motivo, se utilizan principalmente como elemento decorativo o complementario.

Para mejorar la eficiencia de una chimenea convencional pueden instalarse insertables, que son cajas metálicas cerradas con puerta de cristal refractario. Estos equipos incrementan notablemente el aprovechamiento energético al canalizar el aire del ambiente a través de su interior, calentarlo y devolverlo de forma más uniforme a la estancia.

Los insertables de leña suelen ofrecer potencias entre 9 y 14 kW, adecuadas para calefactar superficies de 60 a 90 m2, con rendimientos del 60–70%. Su precio habitual se sitúa entre 500 € y 1.500 €, a los que se suman los costes de instalación. Algunos modelos incorporan ventiladores que requieren conexión eléctrica.

Por su parte, los insertables de pellets funcionan de forma automática, permiten una regulación más precisa del calor y alcanzan rendimientos de hasta el 90%. Ofrecen potencias entre 10 y 18 kW, adecuadas para calentar entre 60 y 130 m2, con precios orientativos entre 1.500 € y 4.000 €, más instalación.

En conjunto, las chimeneas modernas, especialmente en su versión insertable, permiten disfrutar del calor de la biomasa de forma eficiente y segura, mejorando notablemente las prestaciones de las chimeneas tradicionales.

Sistemas de aire canalizable

Los sistemas de aire canalizable permiten distribuir el calor generado por una estufa, habitualmente de pellets, hacia varias estancias de la vivienda mediante conductos diseñados específicamente para ello. De este modo, se aprovecha la potencia del equipo principal para lograr un reparto más homogéneo del calor sin necesidad de instalar emisores adicionales.

Estos sistemas incorporan ventiladores que impulsan el aire caliente a través de canalizaciones aisladas. La longitud del recorrido, el número de salidas y el caudal de aire dependen de la potencia de la estufa y de las características de la vivienda, permitiendo en muchos casos calefactar dos o más habitaciones desde un único equipo.

Son especialmente adecuados para viviendas medianas que requieren calefacción en varias estancias sin instalar una caldera centralizada. Ofrecen un buen equilibrio entre eficiencia, confort y simplicidad, aunque requieren una planificación adecuada del trazado de los conductos y una correcta salida de humos para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento del sistema.

Estufas y chimeneas de agua

Las estufas y chimeneas de agua, también llamadas hidroestufas o termoestufas, generan calor en la estancia y calientan agua para el sistema de calefacción de la vivienda, como radiadores o suelo radiante. Gracias a esta doble función, pueden sustituir a una caldera tradicional utilizando biomasa como energía renovable.

Existen modelos de pellets y de leña o briquetas. Los de pellets destacan por su automatización, ya que permiten programar horarios y controlar la temperatura con precisión, mientras que los de leña ofrecen un alto rendimiento con combustible seco y se adaptan bien a instalaciones existentes.

Incorporan un intercambiador hidráulico que transmite el calor al circuito de agua y pueden complementarse con un depósito de inercia o apoyar la producción de agua caliente sanitaria. Su instalación requiere salida de humos y una correcta integración hidráulica. Son una solución ideal para viviendas que buscan un sistema renovable integral, combinando confort, eficiencia y la estética del fuego.


Calderas

Las calderas de biomasa son sistemas de generación térmica diseñados para cubrir de forma integral las necesidades de calefacción y agua caliente sanitaria de una vivienda o edificio. Su funcionamiento es automático y continuo, y pueden utilizar distintos tipos de biocombustible —pellets, astilla, briquetas o leña— en función del modelo.

Gracias a su elevado rendimiento y estabilidad, constituyen una alternativa eficiente y sostenible a las calderas de gasóleo o gas, especialmente en viviendas unifamiliares, comunidades de vecinos y edificios con alta demanda térmica.

Partes principales de una caldera de biomasa (descripción ampliada)

  • Cámara de combustión

Es el corazón de la caldera, donde se quema el biocombustible. Está fabricada con materiales refractarios capaces de soportar altas temperaturas y garantizar una combustión completa, estable y eficiente. Su diseño influye directamente en el rendimiento y en las emisiones del equipo.

  • Quemador

Regula la entrada de combustible y la mezcla de aire necesaria para la combustión. En función de la tecnología, puede ser de parrilla móvil, retorta, aspiración o llama invertida. Su misión es optimizar el proceso de combustión para obtener el máximo rendimiento con el menor consumo de combustible.

  • Intercambiador de calor

Es el sistema encargado de transferir el calor generado en la combustión al circuito de agua de la instalación. Los intercambiadores modernos cuentan con superficies de intercambio optimizadas y sistemas de limpieza automática para mantener su eficiencia a lo largo del tiempo.

  • Depósito de inercia (según instalación)

Almacena agua caliente y actúa como amortiguador térmico. Permite que la caldera funcione en ciclos más largos y eficientes, evita encendidos y apagados continuos y mejora la estabilidad del sistema. Resulta especialmente útil en calderas de leña y en instalaciones con demandas variables.

  • Silo o depósito de almacenamiento

Es el espacio donde se guarda el combustible, ya sea pellet o astilla. Puede ser de obra, de tela, metálico o prefabricado, y su tamaño se adapta a la autonomía deseada. En sistemas de pellet, un silo de tamaño medio permite varios meses de funcionamiento sin recarga manual.

  • Sistema de alimentación

Traslada el combustible desde el silo hasta la caldera. Puede funcionar mediante:

  • Tornillo sinfín, habitual en instalaciones de pellet y astilla.
  • Succión neumática, que permite ubicar el silo a mayor distancia.
  • Carga manual, en calderas de leña o en equipos de menor tamaño.

El sistema de alimentación es clave para garantizar un suministro constante y seguro.

  • Sistema de limpieza y extracción de cenizas

Puede ser manual o automático. Los modelos automáticos disponen de turbinas o rascadores que mantienen limpias las superficies de intercambio, prolongando la eficiencia del equipo y reduciendo las tareas de mantenimiento.

  • Elementos hidráulicos y de seguridad

Incluyen válvulas anticondensación, válvulas de seguridad, grupo de bombeo, purgadores, sondas de temperatura y sistemas de control.

Garantizan el funcionamiento seguro y estable de la instalación, evitando sobrecalentamientos y asegurando un flujo de agua adecuado.

Ventajas de las calderas de biomasa

  • Alta eficiencia y estabilidad térmica, incluso en demandas continuas.
  • Ahorro significativo frente a combustibles fósiles como el gasóleo.
  • Funcionamiento automático, con regulación inteligente y elevada autonomía.
  • Tecnología versátil, compatible con diferentes biocombustibles y con redes de calor.
  • Reducción de emisiones y contribución directa a la descarbonización del sector residencial.

Instalaciones recomendadas Las calderas de biomasa son ideales para:

  • Viviendas unifamiliares
  • Casas grandes o con alta demanda térmica
  • Comunidades de vecinos.
  • Edificios municipales
  • Equipamientos con calefacción centralizada
Caldeiras

Esquema de instalación de biomasa en el sector residencial