El término biomasa hace referencia a la materia prima orgánica que da lugar a un biocombustible, y que puede ser de origen y características muy diferentes, desde lodos de depuradoras hasta restos agrícolas.
En este Observatorio Gallego de la Biomasa al hablar de biomasa nos estamos refiriendo a biocombustibles sólidos (astillas, pellets, leñas o briquetas), y que son materiales leñosos que proceden del sector forestal, agrícola o de sus industrias transformadoras y que son destinados a la generación de energía térmica y/o eléctrica.
LOS TIPOS DE BIOMASA MÁS HABITUALES SON:
Son unos pequeños cilindros de serrín prensado. ES un tipo de biomasa muy utilizado actualmente por ser un producto muy estandarizado, fácil de almacenar y transportar y que se emplea como combustible en estufas domésticas o calderas. Se vende generalmente en sacos de 15kg o a granel.
Es muy importante comprar siempre pellet de buena calidad, para lo cual se recomienda comprar pellets con el sello EnPlus A-1. En Galicia tenemos seis fábricas de pellets que producen bajo este sello de calidad.
Si además cuentan con el sello Galicia Calidade, garantizamos que la materia prima es de origen gallego.
¿Quieres saber cómo reconocer un buen pellet? Pues fíjate que sea compacto y sin grietas, que no se desmenuce al manejarlo, que sea de superficie lisa, brillante, sin polvo y con color homogéneo. Además debe ser denso, para lo cual si sumerges unos pocos pellets en un vaso de agua, deben ir al fondo.
Son pequeños trozos de madera de 1 y 5 cm de largo. No cuentan con ningún tipo de tratamiento químico empleándose para su obtención restos de aserraderos o carpinterías o restos forestales, etc., que son simplemente triturados y, en su caso, secados.
La astilla es un producto con un precio más económico que el pellet y que generalmente es empleada en calderas de potencia media o alta. El espacio de almacenamiento que precisan es superior al pellet y el sistema de transporte hasta la caldera es más complejo, lo que la hace indicada sólo para consumos energéticos medios o altos que permita amortizar este mayor coste de la equipación con un menor precio de la materia prima.
Suelen presentar características poco homogéneas, principalmente en lo que se refiere al poder calorífico y la humedad. Las astillas muy húmedas (> 40%), con trozos de madera grandes poco o con elevada presencia de corteza son recomendables principalmente en calderas industriales.
Las astillas no pueden ser empleadas en estufas.
Se trata de un combustible ampliamente utilizado, especialmente en el ámbito rural. Se emplea generalmente alimentando chimeneas, estufas de leña o cocinas de leña.
Los formatos de venta de la leña más habituales son en pequeños sacos o cajas (10-15kg) para consumos ocasionales, o en grandes sacos (bigbags de 1m3) o a granel si vamos a hacer un uso intensivo de la misma.
Es muy importante emplear leña seca, que se haya secado por lo menos durante un año o que haya estado todo el verano sol. Una leña seca es capaz de proporcionar prácticamente el doble de calor que una húmeda.
La leña de diferentes especies de árboles tiene características también muy diferentes. En Galicia es ampliamente utilizada la madera de roble que proporciona una combustión lenta, un fuego tranquilo y buenas brasas, lo que la hace ideal en las barbacoas y en fuegos cerrados (chimeneas, estufas,...). También se emplea aunque en menor medida madera de eucalipto o ameneiro, o leñas procedentes de otros lugares de la península la madera de olivo y encinas. Las leñas de coníferas como el pino desprenden mucho calor y se consumen con rapidez pero su resina suene ensuciar las chimeneas o el hogar de combustión, lo que la hace desaconsejable.
Las briquetas son piezas de serrín compactado de tamaño similar al de la leña y de forma circular o cuadrada. Se emplea muchas veces en relevo de la leña en estufas o chimeneas.
Poseen una baja humedad y un alto poder calorífico. El contenido de humedad es inferior al 12% y el contenido de cenizas inferior al 1,5%. Suelen venderse en bolsas de plástico retráctil y en formatos de 10kg por bolsa. Muchas briquetas pueden presentar un agujero central para permitir una combustión más rápida, que puede resultar interesante si es lo que se pretende.
Su forma y constitución compacta y uniforme las hacen fáciles de transportar y limpias en su manipulación y almacenaje. Además pueden seccionarse fácilmente sin necesidad de herramientas, lo que mejora el control de la combustión y permite emplearlas en chimeneas pequeñas.